La DGT multa a más de 20.000 conductores que circulaban por carreteras secundarias en su última campaña especial

EUROPA PRESS 21/06/2012 13:35

Durante la campaña, llevada a cabo entre el 11 y el 17 de junio, se ha controlado a más de 400.000 vehículos con el objetivo de concienciar a los conductores y controlar su comportamiento en las carreteras secundarias, que pese a tener una menor densidad de tráfico concentran el 79 por ciento de los fallecidos en vías interurbanas.

Esta misma semana el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, ha anunciado la intención del Gobierno de reducir de 100 a 90 km/h el límite de velocidad en todas las carreteras secundarias. Actualmente, los turismos tienen limitado a 100 kilómetros por hora la velocidad en aquellas vías que tengan un arcén pavimentado de 1,5 metros o más de anchura o más de un carril para alguno de los sentidos de circulación, y de 90 kilómetros por hora para el resto.

La directora de Tráfico, María Seguí, concretó este miércoles durante su comparecencia en la Comisión de Seguridad Vial y Movilidad Sostenible en el Congreso que la DGT abrirá un periodo de consulta después del verano para introducir esta reducción del límite en una reforma del Código de Circulación que debería estar aprobada antes del final de este año y que incluirá además rebajas del límite en algunas vías urbanas, de 50 a 30 km/h, lo que se conoce como 'zonas 30'.

Junto a la velocidad, los adelantamientos antirreglamentarios también han sido otra de las infracciones más peligrosas y que más multas han provocado en la última campaña de la DGT, con 333 denuncias interpuestas por realizar esta maniobra de forma indebida. El no uso del cinturón (2.810 personas multadas) y el uso del teléfono móvil, navegadores u otros dispositivos (1.023 personas sancionadas) son otras de las infracciones más comunes.

Además, más de 1.000 conductores han sido sancionados por dar positivo en controles de alcoholemia. El próximo mes de julio, Tráfico comenzará una campaña en la que se harán controles masivos de alcohol y drogas. El objetivo es "sacar de las carreteras a aquellos conductores que ponen en peligro la vida del de los demás y la suya propia", según ha explicado la DGT.