El diagnóstico precoz de la artritis reumatoide permite al paciente hacer una vida normal a los 10 años de tratamiento

EUROPA PRESS 10/06/2013 17:49

El diagnóstico precoz de la artritis reumatoide permite a los pacientes realizar una vida prácticamente normal a los diez años de tratamiento, según ha asegurado la reumatóloga en el Hospital Valle de Hebrón de Barcelona, Sara Marsal, durante un encuentro organizado por Bristol-Myers para presentar la reunión anual de la Liga Europea contra las Enfermedades Reumatológicas (EULAR), que se celebrará del 12 al 14 de junio en Madrid.

Se trata de una enfermedad crónica autoinmune caracterizada por la inflamación de la membrana sinovial, un tejido que recubre las articulaciones provocando dolor, rigidez, inflamación y fatiga. Habitualmente afecta a las articulaciones de las manos, muñecas, codos, hombros, cuello, rodilla, cadera y tobillos aunque, también, puede afectar a otras partes del organismo.

"Si no se trata de una manera adecuada, a medida que progresa la enfermedad se produce una destrucción del hueso y del cartílago, provocando una deformidad. Esto hace que haya una limitación funcional de las articulaciones, una discapacidad funcional que provoca que los pacientes, especialmente mujeres, no puedan desarrollar sus actividades cotidianas, tales como vestirse o ir al trabajo", ha explicado la experta.

Por ello, Marsal ha insistido en la importancia que tiene llevar a cabo un diagnóstico precoz dado que, según ha informado, si se detecta en los tres primeros meses y se instaura un correcto tratamiento la progresión de la patología cambia sustancialmente. Además, la experta ha recordado que el uno por ciento de la población mundial lo padece, una incidencia que muestra que no es una enfermedad rara y que necesita de mecanismos capaces de detectarla.

En este sentido, la reumatóloga ha informado de que el desarrollo de las terapias biológicas son uno de los "grandes avances" que se han dado en los últimos años en la Medicina gracias a que son medicamentos dirigidos específicamente a un mecanismo alterado en la respuesta inmune de la artritis reumatoide. "Son capaces de modificar ese mecanismo alterado, son muy eficaces y tienen un muy buen perfil de seguridad", ha apostillado.

ABATACEPT FRENTE A ADALIMUMAB

Estas declaraciones han sido corroboradas por el doctor del Hospital La Princesa de Madrid y miembro del comité editorial y de consensos de la Sociedad Española de Reumatología (REM), José María Álvaro-Gracia, quien ha informado de que el estudio AMPLE ha mostrado que, al año, el tratamiento con abatacept obtiene prácticamente los "mismos resultados" que con adalimumab.

"Esta investigación, en la que han participado 646 pacientes que habían mostrado una respuesta inadecuada a metotrexato y que no habían recibido previamente terapias biológicas con fármacos modificadores de la enfermedad, es clave porque aporta evidencia de que los agentes anti-TNF --adalimumab--, frente a la percepción que se tenía, tienen la misma eficacia que el abatacept", ha insistido el especialista.

Asimismo, ha proseguido, otros estudios han demostrado que utilizar abatacept por vía subcutánea tiene la misma "eficacia" que cuando se administra por vía intravenosa y que, además, no existen problemas de seguridad en su administración.

REUNIÓN EULAR

Los datos de esta investigación van a ser presentados en el EULAR junto a otros estudios que, según ha informado el presidente de la SER, Santiago Muñoz, mostrarán cómo algunos fármacos en fase de desarrollo son capaces de abrir una nueva esperanza a las personas que padecen esta enfermedad.

Del mismo modo, durante el encuentro los expertos van a desvelar datos que señalan que el tratamiento intensivo disminuye el riesgo de infarto agudo de miocardio; que es necesario cambiar de molécula cuando falla un anti-TNF; así como otras muchas investigaciones destinadas a mejorar la calidad de vida de estas personas.

"El futuro del tratamiento de la artritis reumatoide pasa por fármacos que sean más precisos al actual sobre la patogenia de la enfermedad. Desde la aparición de los primeros fármacos biológicos, hemos ganado en especificidad con el desarrollo de moléculas cada vez más específicas. El camino a seguir en la investigación de la enfermedad es buscar medicamentos que actúen sobre dianas moleculares muy concretas que puedan beneficiar a grupos de pacientes", ha zanjado.