A seis metros por hora, la perforadora comenzó a trabajar el sábado hasta alcanzar los 20 metros. A esta produndidad chocó con una piedra de cuarcita, lo que ha ralentizado el ritmo. Los operarios tuvieron que dedicarse a anclar la roca que, literalmente, se les venía encima por la propia excavación que se está realizando.
Con esta nueva dificultad la perforadora ha tenido que bajar el ritmo a cuarenta centímetros por cada sesenta minutos y ya, a la espera de una nueva herramienta procedente de Guadalajara -una herramienta de corte (corona) que parece que podría mejorar el rendimiento de la maquinaria-han alcanzado los 40 de los 60 metros de profundidad que esperan cavar en vertical.
Esta circunstancia, aun siendo perjudicial para el ritmo del trabajo esperado, puede tener una parte positiva. Según ha publica 'Diario Sur', la dureza de la cuarcita "dará un factor de seguridad al niño a dicha profundidad y al sostenimiento de la galeria en mina para los mineros".
Mientras, alrededor de la cavidad se ultiman los preparativos para que los mineros puedan entrar en acción lo antes lo posible. Su misión también será larga aunque se trabaja a contrarreloj para llegar a Julen cuanto antes.
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