Poco se sabe de este suero. Hecho por una compañía de biotecnología estadounidense y fabricado, entre otros, a base de hojas de tabaco modificadas ya había sido testado en animales de laboratorio con cierto éxito. Los ensayos en seres humanos estaban programados para el 2015 por lo que aún no estaban preparados cuando estalló el virus. Por el momento tampoco se sabe el número de dosis necesaria.
Los primeros seres humanos en probarlo han sido los dos sanitarios estadounidenses infectados. Nada más tomar la primera dósis comenzaron a notar una cierta mejoría pero hay que ser precavidos ya que se trata de un fármaco en fase experimental. Ahora se le empieza a administrar al padre Miguel.
La esperanza en este fármaco se basa en que ayuda al cuerpo humano a fabricar anticuerpos contra el ébola aunque todavía no saben cuál es la dósis adecuada.
Ahora hay que esperar la evolución de los pacientes tratados con este suero y ver si se podría mandar a África donde cada día mueren decenas de personas por el ébola.