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Sigue sin haber rastro de las pequeñas Anna y Olivia, desaparecidas junto a su padre, Tomás Gimeno, en Tenerife. Las labores de búsqueda en el fondo marino, llevadas a cabo por el buque 'Ángeles Alvariño', están resultando muy complicadas, pues el terreno es rocoso y lleno de precipicios. Ahora, la Guardia Civil ha incorporado un nuevo elemento a la búsqueda que puede ser de gran utilidad: un láser escáner.
No es la primera vez que las autoridades hacen uso de este elemento para poder resolver algún caso. Se trata de una cámara capaz de girar hasta 360 grados para captar escenarios en tres dimensiones, tardando en cada captura unos 20 minutos. Con ella logran grabar desde diferentes ángulos el escenario principal de una investigación.
Como cuenta la propia Guardia Civil, esta técnica se utiliza frecuentemente para reconstruir crímenes en nuestro país. Fue utilizada, por ejemplo, en el caso de 'El Chicle', en su intento de secuestro Con ésta técnica se hizo una reconstrucción de los hechos que después sería proyectada en el juicio.
También se ha utilizado en otros casos menos públicamente conocidos, como el de una mujer presuntamente arrojada por el balcón por su marido. La Guardia Civil sospechaba que no había caído por accidente y por tanto analizó la distancia, el peso y la forma en la que el cuerpo había caído, para después utilizar la infografía con dimensiones reales y comparar cómo habría caído una mujer de esa complexión sola o si la hubiesen empujado.
Esta técnica forense también va un paso más allá y permite que se pueda hacer una reconstrucción de los hechos sin que la victima tenga pasar por ello otra vez. Un ejemplo de ello se vivió en la casa del pederasta de Ciudad Lineal, en Madrid. Allí las autoridades, gracias a esta cámara, captaron todas las estancias en 3D. Con la infografía colocaron a la pequeña en el lugar y en el momento, sin la necesidad de hacerle pasar por la reconstrucción.
Otro crimen mediáticamente conocido en el que se utilizó este recorrido virtual gracias al 3D fue en el de la viuda de la CAM, donde se usó para analizar el ángulo de tiro y la posición desde la que el asesino tuvo que disparar.
La Guardia Civil ha colocado esta cámara en el lugar donde aparcó su vehículo Tomás Gimeno y en el pantalán donde tenía atracada la lancha. Se trata de un escenario crucial para la investigación, con el que quieren resolver si el padre de Olivia y Anna pudo embarcar a sus hijas ocultas en los bultos que llevaba.
Tomás Antonio G.C. se hizo a la mar en dos ocasiones en la noche del 27 de abril, cuando se le perdió el rastro. Embarcó solo, sin la compañía de las niñas, y antes cargó desde su vehículo maletas y bolsos, para lo que tuvo que realizar tres viajes.
Con el láser las autoridades quieren saber el volumen de esos bultos para comprobar si las niñas podían estar dentro. Podrán calcular las dimensiones exactas y reconfirmar sus sospechas.
Además el análisis permitirá examinar la postura de Tomás Gimeno del coche a la barca sin peso, o con el peso de sus hijas. O con más peso incluso si como suponen llevaba piedras también para lastrarlas.