Carleigh O'Connell tiene 14 años y se enteró en el colegio que alguien se había metido con ella poniendo en un graffiti "El culo de Carleigh", decidió ver si era verdad y buscar la piedra en donde estaba escrito. Al final la encontró. Aunque estaba triste, decidió que lo iba a superar e iba a demostrar que no le importaba y que está orgullosa de su cuerpo.
Se puso en bikini y fue a la piedra donde estaba el graffiti, se hizo una foto de espaladas y la subió a la red social Instagram. Le contó a su madre lo que había sucedido y le pidió que "compartiera la imagen en su página de Facebook".
La madre le dijo que "la apoyaría en todo y que compartiría la imagen" y así lo ha hecho y además de la imagen explicaba lo que había pasado y lo "orgullosa" que está de su hija y de que sea capaz de afrontar los insultos de esa manera. Y pedían tanto Carleigh como su madre que aquellos que sufran de bullying piensen que tienen gente que les apoya y pueden superarlo si lo piensan de otra manera.