Jahan Taab, una estudiante afgana de 22 años, se enfrentó a un importante examen de acceso a la universidad. La prueba, llamada Kankor, se estaba desarrollando en silencio cuando su bebé empezó a llorar. Lejos de abandonar su examen o mantener descuidado a su hijo, la joven abandonó su pupitre y se sentó en el suelo para cuidarlo, aunque prosiguió con la prueba.
Yahya Erfan, un profesor universitario que capturó el momento, le dijo a BuzzFeed que se sintió obligado a tomar una fotografía y que Taab era “increíble”. La prueba se desarrolló en el Nasirkhosraw Higher Education Institute, en la ciudad de Nili, en una clase universitaria repleta de estudiantes. Sin embargo, el profesor destacó que todos fueron “muy comprensivos” y que a nadie le importó.
Taab reside en un pequeño pueblo en las montañas, Aushtoo, donde no hay caminos para automóviles y tarda diez horas en llegar a la escuela. Este hecho, sumado a que la joven tiene dos hijos más, la tenía muy preocupada. Sin embargo, la mayor dificultad que afrontaba cada día era la económica.
Taab es de una familia pobre y se tuvo que reunir con la administración de la escuela para hablar sobre las tasas, ya que le preocupaba no poder pagar los honorarios. Gracias a esta foto, que se ha hecho viral en las redes sociales, su caso llegó hasta la organización GoFundMe. Esta asociación benéfica logró recaudar más de 900 euros en 24 horas, que irán destinados a la educación de la “muy feliz” estudiante.