"El Gobierno bolivariano de Venezuela rechaza el contenido falso, malintencionado e injerencista del informe en cuestión", dice una nota emitida por el ministerio de Relaciones Exteriores.
Añade que es "inadmisible" que "funcionarios con el más oscuro récord de violaciones y atropellos a la dignidad humana en la historia contemporánea pretendan erigirse, sin mandato ni legitimidad alguna, en jueces de otros Estados".
Según ese informe, Venezuela tendría un sistema judicial ineficaz y corrupto, habría discriminación y corrupción a todos los niveles y los medios de comunicación privados estarían sometidos a intimidación.
La nota de la cancillería indica que esos alegatos "carecen de fundamentos y constituyen la expresión de las opiniones antivenezolanas difundidas por sectores que, dentro y fuera de nuestro país, se rehúsan a aceptar que el pueblo venezolano sea dueño de su destino".
Además, "exige" a EE.UU. "que pongan fin a estas prácticas que siguen lesionando las relaciones entre nuestros estados, las cuales deben tener como base el respeto, la igualdad y la no injerencia en asuntos internos".