A la família de Flor y Cristina les dijeron que su hermano recién nacido había fallecido y se le había enterrado en un camposanto de la Línea de la Concepción, en Cádiz. Sin embargo, desde el cementerio aseguran que no es cierto.
Tras el parto, su madre no pudo ve el cádaver, en una época en la que no se permitía el acceso al paritorio a ningún acompañante.
Tras mucho insistir, la mujer consiguió que se le permitiera a su suegra ver el cadáver. Según ella, el cuerpo era demasiado grande y tampoco tenía el cráneo alargado propio de los recién nacidos.
La presunta muerte del bebé fue un tema tabú en la familia hasta la muerte de su madre, cuando Flor y Cristina solicitaron los certificados de nacimiento y de defunción, pero sin resultados
Ni la matrona ni el médico que asistieron al parto viven. A falta de más datos, ellas sospechan que hay más casos como el suyo.
Los mejores vídeos del Mundial, con Silverlight
Todas las noticias del Mundial en tu buzón de correo electrónico
Regístrate y sé el primero de La Roja
Camisetas de regalo de La Roja firmadas por JJ, Sara Carbonero y Paco González