La última vez que vieron a la menor antes de la desaparición fue cuando su padre la acompañó al autobús que la llevaría al colegio. No obstante, las horas pasaban y la niña no daba señales de vida, por lo que denunciaron su desaparición en la policía local.
Tras varios días de búsqueda, el padre creó una campaña en Facebook para dar a conocer el caso y que fuera mucho más fácil encontrarla. No obstante, mientras estaba en esta red social, el hombre dio con el perfil de una amiga de su hija, en el que la joven compartía imágenes en ropa interior y ofrecía a niñas para realizar servicios sexuales.
El hombre pensó que la desaparición de su hija podría estar relacionado con esto, por lo que se mantuvo pendiente del Facebook de la amiga de su hija durante los días siguientes.
Al poco tiempo, la amiga de su hija compartió en su perfil un número de móvil. Sin dudarlo, el hombre llamó y cuál fue su sorpresa cuando le respondió una joven y le dijo que mantener relaciones sexuales con una niña le costaría 200 pesos.
“Tenía publicaciones donde ofrecía a niñas para servicios sexuales. Me dijo que tenía una amiga nueva y me citó en una calle, al lado de una gasolinera”, explica el hombre en declaraciones recogidas en La República.
El encuentro tuvo lugar al día siguiente en el barrio Santa Fe, en la localidad de Los Mártires, en Bogotá. Era un callejón sin apenas luz y muy poco transitado. Inmediatamente, vio a dos niñas acompañadas por unos hombres. Una de ellas era su hija.
“Me puse muy nervioso y me escondí. Esperé a que me dieran la espalda, pero se iban a subir a un taxi, así que cogí a mi hija y la abracé. En ese momento salieron tres tipos. Metí a mi hija en la camioneta con la que llegué al lugar y me marché. Su carita era irreconocible. Le habían quitado el móvil, el uniforme y la sudadera. Fuimos al hospital y nos dijeron que estaba drogada. Ni siquiera hablaba”, relata el hombre.
La Fiscalía colombiana expone que antes de su desaparición, la niña de 13 años habló con la misma amiga que su padre encontró en Facebook. Su amiga le contó acerca de la prostitución y le dijo que a cambio tendría una vida llena de lujos, por lo que la niña aceptó.
Ahora, tras haber pasado tres días ingresada en el hospital, la niña está de vuelta en casa con su familia, quienes están sorprendidos por lo ocurrido ya que a la niña “nunca le ha faltado de nada”, según cuenta su abuelo. “La organización que la tenía es liderada por una mujer y allí drogan a las niñas para explotarlas sexualmente”, sostiene su padre.