Todo comenzó en 1991, cuando unos trabajadores de una obra encontraron el cuerpo en descomposición, según informa el Departamento de Policía de Vacaville en Facebook. En aquel momento, el análisis forense señaló que los restos mortales estuvieron en el lugar de dos a tres semanas. Sin embargo no se pudo averiguar el nombre de la mujer debido al avanzado estado de descomposición.
Siete años después, en 1998, se exhumaron los restos para hacer una reconstrucción facial de arcilla y un retrato robot. Este último se difundió con el objetivo de conseguir dar con su nombre, aunque finalmente no hubo éxito.
No fue hasta finales de 2018, alrededor de tres décadas después de la muerte, cuando se ha identificado a la víctima gracias al Departamento de Justicia de California. Los resultados de la ardua investigación han reflejado que se llamaba Merkley y que, con 38, tenía marido e hijos. No obstante, las autoridades han asegurado a través de Facebook que el caso no está cerrado, ya que se desconoce por qué su familia no avisó de la desaparición.