Una comisión investiga ya qué falló en el despegue del avión de Air Canadá, que tuvo que regresar a Madrid Barajas esta semana, por problemas en un motor.
Se trata de averiguar qué provocó que la rueda del tren de aterrizaje reventara en pleno despegue y cómo las partes de caucho se pudieron introducir en el motor hasta dañarlo.
“El avión tiene por lo menos 20 años y eso significa que seguramente no está preparado para aceptar un volumen de ingestión de goma”, tal y como explica Ignacio Rubio, presidente de la Asociación de Transporte Aéreo AEUEPT.
Lo que no falló fue la destreza del piloto que, tras varias horas de vuelo para aligerar el peso de la aeronave, realizó un aterrizaje perfecto, sin problemas.
El protocolo de actuación en casos de emergencia como este lo ensayan cada seis meses en simuladores de vuelos.
Los manuales explican cada paso minuciosamente, incluso, cómo tratar a los pasajeros. Mantener la calma fue clave para un final perfecto.