El suceso representa una auténtica lección de honradez y honestidad. La protagonizó un mendigo que encontró una cartera en el suelo. Contenía 1.000 euros. Lejos de quedárselo, devolvió todo en una cafetería de Amposta, en Tarragona, a una camarera que todavía no se lo cree. El dueño, un belga afincado en Vinaroz, lo recuperó gracias a alguien que pide cada día para poder comer, y ahora es él quien necesita ayuda para encontrarle y agradecerle su gesto.

No es la primera vez que ocurre. En Pamplona un hombre a punto de ser desahuciado devolvió también 200 euros. Honestidad y honradez que no pierden ni en los peores momentos.