Las migraciones humanas del pasado que cambiaron el mundo y la imagen de Europa para siempre

  • La revista científica PNAS ahonda en las grandes migraciones del pasado y su efecto ecológico

  • El tapiz genético de la Europa moderna conduce a diferentes partes del continente asiático

La última gran edad de hielo provocó que los humanos inundasen toda Europa en mareas lentas y progresivas. Hoy sabemos que algunas de esas migraciones masivas podrían haber cambiado el panorama más que otras. Esto se desprende de un estudio publicado en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, también conocida por sus siglas PNAS.

Al comparar el impacto de las migraciones significativas sobre los cambios en la vegetación, los investigadores descubrieron que mientras que las primeras comunidades agrícolas que cultivaron la tierra tuvieron un impacto muy pequeño en la ecología, una segunda oleada de inmigrantes de la Edad del Bronce (que venían hacia el oeste desde las estepas rusas) provocó una reducción dramática en los bosques templados y un aumento en los terrenos de pasto.

El variado tapiz genético de la Europa moderna conduce en su núcleo a diferentes partes de todo el continente asiático. Uno de los más importantes se concentra en la península de Anatolia, hoy dominada por Turquía. EL ADN dejado por las poblaciones de cultivadores de Anatolia durante el neolítico todavía se puede encontrar en las poblaciones europeas modernas.

Los investigadores utilizaron estudios del genoma antiguos y actuales disponibles para dibujar un mapa que muestra el establecimiento de tres poblaciones genéticas diferentes en toda Europa a lo largo de la historia.

La primera estaba compuesta por las poblaciones originales de cazadores y recolectores que se habían establecido tras los años posteriores a la edad de hielo. Los segundos fueron los ya mencionados granjeros de Anatolia, que vinieron después. Una tercera población se conoce hoy como la cultura Yamnaya, que se mudaron a Europa durante la Edad del Cobre hace más de 5.000 años y trajeron consigo tecnología relativamente avanzada de caballos y ruedas.

La comparación de la forma en que se dispersó cada uno de los grupos de genes señala a una diferencia significativa en la velocidad de las dos migraciones, así como su impacto en el medio ambiente.

Mientras que los agricultores neolíticos no produjeron cambios importantes en los tipos de vegetación, durante la migración de la Edad del Bronce los cambios fueron dramáticos, llegando a producirse un agotamiento a gran escala en los bosques y un establecimiento generalizado de pastos.

Es importante tener en cuenta que es difícil demostrar la causalidad de estos hechos. Los cambios en el clima, por ejemplo, también podrían haber jugado un papel clave en el cambio ecológico. No obstante, las muestras utilizadas por los investigadores apuntan a las poblaciones crecientes a lo largo de la ruta de la migración de la Edad del Bronce como los verdaderos responsables del cambio de la vegetación.