La Fiscalía de Área de Gijón solicitaba el pago de una multa de 7.200 euros por las molestias y los gastos causados por el acusado que llamó 2.500 veces en cuatro meses. El hombre, con problemas de personalidad, finalmente admitió los hechos y llegó a un acuerdo para pagar 2.800.
El acusado realizó 2.546 llamadas entre enero de 2017 al 17 de mayo de ese año, la mayoría consideradas de urgencias. El hombre avisaba que se iba a suicidar lo que obligaba a un despliegue de medios y efectivos, bomberos, Policía Nacional y sanitarios, que acudían a los lugares indicados, donde no encontraban a nadie.
Estas llamadas se repitieron llegando a realizar más de 200 en un solo día. El 15 de mayo de 2017 llamó 219 veces , y el 16 de mayo de 2017, realizó 278 llamadas. "Todas esas llamadas las realizó el acusado con la única intención de incordiar, molestar y perturbar el normal funcionamiento de los servicios públicos", sostuvo la Fiscalía en su acusación.
El hombre fue advertido de la gravedad de lo que estaba haciendo, sin que tomara nota y cambiara de actitud, por lo que la Fiscalía decidió denunciarlo, teniendo en cuenta que, aunque sufre de un trastorno de la personalidad posee plenas facultades intelectivas y volitivas.