Oftalmólogos aconsejan tener estabilizada durante un año la graduación de la vista para someterse a una cirugía láser

EUROPA PRESS 13/08/2012 14:34

Y es que, el gran avance de este tipo de operaciones permite al paciente corregir la visión de ambos ojos en una única intervención, indolora y en 14 minutos. Además, en 24 horas podrá retomar su vida normal, e incluso maquillarse o bañarse con gafas protectoras en la piscina en sólo 10 días.

"Aunque cada caso es único y debe ser analizado en un estudio preoperatorio en una clínica oftalmológica, hay algunos elementos comunes que deben cumplir todas aquellas personas que optan por la cirugía láser ocular", ha explicado la directora de Clínica Coro, Milagros Ramos.

En primer lugar, es necesario conocer el grado de miopía, hipermetropía, astigmatismo o vista cansada que se padece para determinar qué tipo de operación es más adecuada. Si el paciente tiene más de 10 dioptrías de miopía o de 6 de hipermetropía, lo ideal será buscar una alternativa a la operación láser, como sería la cirugía ICL.

También es esencial gozar de un buen estado de salud. Así, la cirugía LASIK no es recomendable para pacientes que presenten enfermedades del colágeno --lupus, artritis reumatoide--, SIDA, diabetes o enfermedades autoinmunes.

Tampoco son candidatos aptos aquellos que tomen ciertos medicamentos de prescripción --tales como Accutane o prednisona oral--, que provoquen fluctuación en la visión o que afecten a la cicatrización. La ingesta de esteroides es otro impedimento.

Además, es importante que el paciente que se quiera someter a una operación láser tenga los ojos sanos, sin problemas en la retina u otras enfermedades oculares. De este modo, la intervención no es recomendable en caso de tener heridas en los ojos, 'herpes simplex' o 'herpes zoster' que afecten a la zona del ojo, glaucoma o hipertensión ocular, queratoconos, uveítis --inflamación de la úvea--, blefaritis --inflamaciones en los párpados-- o cataratas.

Sin embargo, como cada caso es diferente, lo ideal es pedir cita en la clínica para los exámenes preoperatorios, que determinarán si el candidato no sufre enfermedad o condición que le impida realizarse la cirugía.

Por último, la mayoría de los médicos prefieren no operar hasta los 20 años, ya que antes el ojo no ha terminado de madurar y el grado de miopía o hipermetropía no se ha estabilizado. Por ese motivo, cabe señalar que, más que la edad, el condicionante más importante es que la graduación se haya mantenido estable durante el último año.