Ruth Silvina contaba en su perfil de Facebook la increíble historia que le ha sucedido. Su esposo, Javier, se dejó el supermercado que regentan abierto. Cuando regresó horas después para volverlo a abrir se dio cuenta de que había olvidado cerrar el local. En ese momento se temió lo peor, pensando que habrían robado todo lo que tenía.
Sin embargo, no ocurrió eso. Un turista que pasaba por la zona decidió comprar unas cosas que necesitaba. Sí comprar, porque en lugar de aprovechar la ocasión y llevarse los productos sin pagar, dejó una nota especificando todo lo que se llevaba y el dinero correspondiente al coste de los productos: 40 euros. “Hola estoy viajando con un niño de 3 años y tengo que irme para alcanzar el alojamiento antes de que sea de noche. Te dejo el dinero de lo que te llevé”, podía leerse en el papel que encontraron los dueños del supermercado.
Ruth no podía ocultar su asombro en su cuenta de Facebook. “’¡Gracias señor turista! ¡ Le deseo buena vida”, escribía la dueña del local al honrado comprador. Esta honesta acción no ha pasado indiferente en las redes sociales y ya se ha convertido en un fenómeno viral.