En el ámbito amoroso no hay nada escrito. De cara a 'San Valentín' hay muchas parejas que avalan la estabilidad como el caso de los abuelos de Danni Munro, que llevan 75 años y aún se 'desean'. Algunos, hasta parece que protagonizan el guión de la historia romántica de 'Cold War', una relación entre un director de música y una joven cantante que transcurre durante la Guerra Fría y resiste a lo largo de los años gracias al inmenso amor que se tienen el uno por el otro. Situaciones complicadas como las que alejan a algunos matrimonios por circunstancias ajenas: la sensación experimentada por Herbert y Audrey Goodine, que fueron separados para un mejor tratamiento de la enfermedad que sufría Herbert. En todos estos casos el amor perdura hasta el último de sus días, incluso en el del fallecimiento, como les ocurrió a Floyd y Violet Hartwig.
Juntos hasta el final
Hay casos, como el recogido por el portal Fernanda Familiar, que demuestran que la estabilidad es más que posible. “No puedo dejar de ver su cuerpo”, es la frase con la que un hombre habla de la fuerte unión que tiene con su mujer. Llevan más de 75 años juntos viviendo en la región estadounidense de Minnesota y se quieren como 'el primer día'. ¿La clave? Danni Munro, una de las nietas de la pareja comenta las sensaciones que percibe al verles: “Mis abuelos tienen 92 años de edad, se conocieron en sexto grado y acaban de celebrar su 72 aniversario”. "Me han hablado de innumerables temas como los besos que se han dado, su propuesta de matrimonio, la guerra que sufrieron, el sexo, el dinero, rutinas como sacar la basura, cortes de pelo del abuelo (que vuelven loca a la abuela)", ha señalado la nieta de ambos entre otros temas. Él asegura, que "aún se enciende al ver su cuerpo", ha bromeado con el tema. La nieta de ambos, Danni Munro, subió una entrevista realizada por sus abuelos que ha enternecido a multitud de internautas.
A otros, sin embargo, les separan
Es el caso de un matrimonio de 91 y 89 años que fue distanciado tras convivir durante 73 años. El caso generó una enorme indignación en las redes sociales, donde los internautas valoran la actuación como "insensible". Esta pareja está formada por Herbert y Audrey Goodine, quienes se conocieron cuando tenían apenas 18 y 16 años respectivamente, fue separada en su domicilio canadiense de New Brunswick al alegar que la patología de demencia senil se había agudizado en el caso de Herbert, y que por este motivo debía ser trasladado a un centro especializado para obtener un tratamiento más preciso. Algo que ni la familia ni el propio matrimonio entendía tras permanecer juntos "toda una vida".
Con este beso, se despedía finalmente Audrey de su querido Herbert, tras intentar aplazar el traslado para disfrutar de la última navidad juntos, una petición desestimada por el Departamento de Desarrollo Social canadiense. Dianne Goodine, hija de la pareja, señaló que su madre le contó que esta sería su peor navidad. “Cuando hablé con ellos ayer, escuché a mi madre llorar y pude escuchar a mi padre también llorando atrás”, ha destacado en una publicación en Facebook. “Hubo lágrimas en el momento del adiós a mi madre y caras desoladas esta noche”, publicó en otro mensaje. Una prueba más de que el amor sí dura en muchas longevas parejas.
Fallecieron el mismo día
A veces, el amor va de forma paralela incluso hasta en el último suspiro de vida. Un matrimonio fallecía de esta manera el mismo día con minutos de diferencia. George y Dorothy llevaban 68 años juntos, sintiendo auténtica admiración el uno por el otro, no pasaron separados ni un día ni siquiera el día en el que murieron: el mismo para ambos. Tal y como especifica el Daily Mail, su historia surgió cuando ella llevaba una rosa y él un periódico. En ese momento se cruzaron sus miradas, después de que Dorothy había perdido a su primer marido en la II Guerra Mundial. Ambos quedaron rendidos ante el otro, y formaron una familia en la que nacieron sus cinco hijos. Ni un día de los casi 70 años juntos lo pasaron alejados George y Dorothy Doughty, tampoco el día de su fallecimiento en el que coincidían abandonar este mundo con 91 y 92 años respectivamente.
Un final parecido tuvieron Floyd y Violet Hartwig, un matrimonio que permaneció unido durante 67 años en su residencia en California (EE.UU). Ellos también eligieron la misma fecha de defunción, un 11 de febrero de 2015. A Violet, de 89 años, le habían diagnosticado desde hacía unos años demencia senil. A fines de enero de 2015, Floyd, de 90 años, empezó a encontrarse mal y le detectaron insuficiencia renal con pronóstico grave. Ante tal situación, los hijos de la pareja decidían que ambos acudieran juntos a los cuidados paliativos. A las dos semanas, el desenlace se producía y Floyd y su mujer fallecían el mismo día con escasas horas de diferencia. La pareja se casó el 16 de agosto de 1947, y tuvo tres hijos: Carol, Kenneth y Donna. En declaraciones al canal estadounidense ABC News, Donna Scharton señaló a sus padres como “personas decentes que siempre estuvieron comprometidos entre sí, sin importar la situación”.
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