Lime es la segunda empresa de alquiler de patinetes que llega a Málaga en unas semanas. La andaluza es la tercera ciudad en la que aterriza, después de Madrid y Zaragoza y lo hace con una flota de 50 vehículos.
El Ayuntamiento de la capital malagueña solo pone una condición a las empresas y es que sus patinetes no se aparquen en la vía pública. Así que estos vehículos de Lime se encuentran en hoteles, restaurantes… en definitiva siempre en suelo privado.
La empresa quiere dar servicio no solo a turistas, sino también a malagueños, por eso tiene puntos de recogida y dejada más allá del casco histórico y trabaja con el parque tecnológico y la Universidad para dar servicio a trabajadores y estudiantes.
En Segovia, en cambio, no quieren los patinetes ni en pintura. El ayuntamiento ha emitido un comunicado esta semana recordando que no se puede circular con ellos por vías urbanas, ni interurbanas, de acuerdo con su ordenanza municipal.
“Ante el previsible incremento de patinetes con motor y segway, tras el periodo navideño”, el consistorio ha querido recordar que estos “productos estrella de estas Navidades” no se pueden usar por la ciudad. La policía puede, en el caso de encontrarse con alguno, inmovilizarlo. Igualmente el Ayuntamiento recuerda que las bicicletas no pueden circular por zonas peatonales y aceras.
El Consistorio argumenta su prohibición diciendo que “esta medida se toma ante las situaciones de riesgo que su uso está generando para las personas en otros municipios”. Esta semana hemos conocido que una mujer ha fallecido en Barcelona el pasado agosto tras ser arrollada por dos personas que iban en patinete.
Tráfico parece que toma medidas para regular esta situación. Trabaja en un real decreto para impedir que los patinetes eléctricos circulen por la acera y para establecer una velocidad máxima para ellos de 25 kilómetros por hora. La idea es aprobar una normativa básica estatal, que posteriormente podrán ampliar los ayuntamientos.