Los hechos ocurrieron en la madrugada del pasado 18 de marzo cuando los agentes fueron requeridos para acudir a una conocida perfumería de la calle Narváez de Madrid en la cual se había producido un salto de alarma.
Cuando los agentes se aproximaron al lugar observaron un vehículo estacionado en doble fila, con las luces de emergencia activadas, en cuyo interior se encontraba un hombre hablando por teléfono.
Tras percatarse de la presencia policial este hombre abandonó el lugar a gran velocidad, pero tras una persecución fue interceptado y detenido por los agentes en una calle próxima.
Tras la primera detención los agentes accedieron al interior del portal adyacente a la perfumería, localizando un inhibidor de frecuencias de grandes dimensiones. Este aparato se encontraba en el interior de una maleta conectado a la red eléctrica del edificio para inutilizar los sistemas de alarma.
Había realizado un butrón
Cuando los agentes realizaron una inspección en ese edificio localizaron a un segundo individuo escondido en el hueco del ascensor. Tras su detención comprobaron que desde ese conducto había realizado un butrón para acceder al edificio colindante donde se encontraba la perfumería.
Tras efectuar una requisa en el interior del edificio los agentes localizaron otros tres inhibidores de frecuencia, estos de pequeñas dimensiones y útiles para cometer robos con fuerza tales como, un destornillador, una llave de apertura de puertas de ascensor y un par de gorros para dificultar la identificación de los autores.
Los arrestados como presuntos autores de un delito de robo con fuerza ya han pasado a disposición judicial.