Llevamos 44 meses de subidas del alquiler; prácticamente tres años y medio de precios cada vez más caros. “Cada año me lo van subiendo más. Empecé en 400 y estoy en 600”, explica una afectada.

En octubre ha vuelto a pasar: los alquileres han subido un 2,7 por ciento respecto al mismo mes de 2017; un año ya de por sí de récord, con la mayor subida de los alquileres en una década.

Barcelona y Madrid son las ciudades más caras.

“Tengo muchos amigos que se han tenido que cambiar de piso porque de un día a otro les suben 200 ó 300 euros el alquiler”, relata una joven.

Los fondos buitre y los pisos turísticos han resultado demoledores. Algunos alquileres prácticamente se han duplicado.

“Se alquilaban por 900 ó 1.000 euros, y ahora los alquilan por 1.600”, cuentan.

El problema principal es la falta de oferta. “La oferta de alquiler es reducida y los precios se disparan”, explican desde las asociaciones vecinales.

El Gobierno pretende pinchar esa burbuja con contratos de alquiler más largos y construyendo más vivienda social.