Por iniciativa de la Iglesia Santo Domingo, la Cruz de Jesús recorrió, entre las 22.00 y 00.00 horas locales del jueves (04.00 y 06.00 GMT de este Viernes Santo), siete sagrarios del Centro Histórico de la capital guatemalteca, donde los fieles oraron por la paz y el cese de la violencia.
Según el párroco Alfonso Molina, se trató de un Vía Crucis penitencial en la que los cucuruchos cargaron en hombros la cruz de madera durante su peregrinación por la zona central de la ciudad.
Inicialmente la Iglesia Santo Domingo había planificado sacar en procesión un anda con la imagen colonial de Cristo Lacerado, pero ello no fue permitido por antropólogos y restauradores por temor a que sufriera más daños de los que ya presenta.
Esta es la primera vez en la historia de la Semana Santa en Guatemala que se realiza concretamente una procesión penitencial para rechazar la violencia que ha enlutado a miles de hogares guatemaltecos y para rezar por la paz.
Miles de habitantes de este país centroamericano viven a diario su propio Vía Crucis debido a la ola criminal y a la pobreza que afecta a cinco de cada 10 ciudadanos.
A diario, según estadísticas oficiales, son asesinados un promedio de 17 personas, y la mayoría de crímenes son atribuidos a las temidas pandillas juveniles y al narcotráfico.
Mientras, cientos de miles de guatemaltecos tienen abarrotadas las playas y diferentes centros turísticos de este país centroamericano aprovechando el largo descanso por la Semana Santa.
Sin embargo, miles de feligreses también han preferido acompañar en la capital las procesiones de la pasión, muerte y resurrección de Cristo, que desde el pasado sábado han recorrido la ciudad.
Los cortejos llegan hoy a su máximo esplendor cuando al menos tres procesiones con el Señor Sepultado recorren el Centro Histórico de la capital bajo los hombros de los cucuruchos que buscan redimir sus pecados.