En treinta años no se había producido una avenida tan importante y peligrosa, capaz de llevarse por delante hasta un tramo de carretera. El río Cidaco creció en pocas horas desde los 11 centímetros a los 5 metros, tapando los ojos de los puentes y desbordándose en varias localidades de la Ribera Navarra.
El agua comenzó a empujar los vehículos que estaban aparcados junto al cauce en Tafalla, y en pocos minutos ya eran decenas los que navegaban por las calles ante la resignación y la impotencia de todos aquellos vecinos que lo contemplaban. Algunos que estaban en la calle tuvieron que subirse a zonas altas para evitar que les llevase la riada, mientras otros tuvieron que ser asistidos para huir de ella. Fue una lluvia súbita y torrencial. La estación meteorológica de Guetadar registró 160 litros por metro cuadrado en cinco horas.
La tragedia ha golpeado a la localidad de Ezpropegui, donde un vecino de Villava, de 25 años, ha fallecido después de haberse quedado atrapado en su coche. Consciente de la peligrosa situación, el joven llegó a llamar para pedir ayuda al 112 de Navarra, pero antes de que llegasen a socorrerle había fallecido, arrastrado por la corriente tras haber conseguido salir del vehículo.
Su cuerpo fue encontrado a un kilómetro del coche, fuera de la carretera, y hubo de ser rescatado con un helicóptero debido a la dificultad que presentaba el acceso a la zona donde se encontraba.