La moda se pone flamenca. El real de la feria se pisa este año con elegancia. Con paso firme y coloreado de colores vivos, alegres, llamativos. Con el contoneo de los volantes, olvidados por un tiempo, pero que vuelven. Como nunca se fueron ellos, los lunares que vuelven a tomar protagonismo.
Al traje de flamenca todo le cabe, al traje de flamenca nada le sobra. Porque no es solo cuestión de telas. El peinado también marca tendencias y el maquillaje pone la guinda para que la mujer flamenca pise con fuerza el ferial.