Silvia, desesperada, no quiere que su hija repita el caso de Patricia Aguilar: huye con 16 años con su novio al extranjero

  • Los padres de la joven lanzan un SOS para encontrar tras escapar con su novio al extranjero

  • El novio, diez años mayor que ella, tiene antecedentes penales

  • La joven se ha escapado de varios centros de menores

El caso de Patricia Aguilar conmocionó a la opinión pública. Loa joven fue encontrada por la policía en manos de una secta en la selva peruana, bajo el rapto psicológico del líder del grupo, Félix Manrique. La joven abandonó España con solo 18 años y volvió a España con un bebé en los brazos y en un estado físico más que complicado.

Silvia también está viviendo un calvario con su hija de 16 años, C.A.N. según destacan medios como El Comercio y La Opinión de Murcia. La madre ha lanzado un grito desesperado para que encuentren a su hija y la traigan de nuevo a España después de que esta huyera al extranjero con su novio. Teme que a su hija le paso lo mismo porque el novio, con antecedentes y diez años mayor que ella, la controla.

La joven, que ya ha huido de varios centros de menores, no quiere volver. En eso también coincide con Patricia. Los padres optaron por la vía del centro de menores después de comprobar que su conducta no encontraba arreglo. De los centros de menores ya se ha escapado en cuatro ocasiones, pero esta vez han saltado las alarmas porque ha huido al extranjero con su novio marroquí diez años mayor que ella. Lo que más preocupa a los padres es que, según su versión, pesan dos órdenes de busca y captura contra su novio. La joven primero huyó a Bilbao pero volvió a su casa. Cogió su documentación y volvió a escapar. La última fuga se ha producido del centro de menores de Oviedo. Los contactos con su novio los mantenía a través de las redes sociales. Los padres están convencidos de que el novio "le ha comido la cabeza", según desvela El Comercio. Los padres temen que viva en la calle o la hayan introducido en el mundo de las drogas porque la joven ya tuvo problemas con las drogas.

La joven, que era buena estudiante empezó a cambiar por las malas compañías en el Instituto. Empezó a tomar sustancias y los padres tuvieron que denunciarla a la fiscalía. Nadie podía controlarla y acabó siendo condenada por violencia doméstica y maltrato psicológico. Ahora los padres temen que su novio marroquí ejerza un control sobre ella y pueda acabar mal. Las pistas indican que podía estar en Burdeos.