Las pautas para volver a la naturalidad sin pasarlo demasiado mal está en trazar una estrategia para recuperarse y comenzar nuestras rutinas diarias, según explica la experta Noemí Mateos de la Asociación Española de Coaching( ASESCO).
Para Mateo, lo más importante es recuperar el equilibrio mental y con esto ya se notarán los efectos positivos de realizar ejercicio físico, como cuidar la alimentación y dedicar suficientes horas de sueño.
A esto le seguirá dedicarle tiempo a nuestras emociones evitando pensamientos, como "¡qué pena!", "¡se acabó lo bueno!" que puedan llevarnos a estados de ánimo de tristeza y que nos afecte.
El estado mental se compone de lo que cada uno piensa y siente, repercutiendo en tu cuerpo como mente inconsciente.
Escuchar al cuerpo, dialogar con él es otro de los consejos de esta especialista para saber cómo satisfacer sus necesidades y volver a la normalidad.
Dsfruta de tu compañía a solas, dedica un espacio para ti y tus reflexiones, a través de la meditación y el mindfullness, que te permitirá mantener la concentración y tu creatividad.
Si durante el verano has pensado en tu situación laboral este regreso puede ser un buen momento para marcarte nuevas metas y desafíos profesionales.
Si evolucionas concédete algún premio o recompensa para reforzar tus esfuerzos y animarte, además, de que -según Mateo- los refuerzos positivos favorecen a los estados emocionales más inspiradores.
Otra de las pautas para este regreso a la rutina sin traumas está en tomárselo con calma, sin agobio, ni castigos innecesarios.
Es mejor, según Mateo, una incorporación de forma progresiva y no hacerlo de golpe, que podría resultar traumático. Con paciencia y dándole en este regreso a la rutina un espacio al placer, que no será tan amplio como en vacaciones, pero disfrutar del día a día es también muy importante.