Alíate con ellos: gorros y sombreros para que tu cabeza esté 'cool'... y calentita

Es cómodo, práctico, juvenil, podría tejerlo cualquiera que tenga un poco de habilidad con las agujas de hacer punto y además te tapa hasta las orejas. Son los más funcionales, confortables, fáciles de llevar y versátiles, los encuentras terminados en punta, en borla o ceñidos a la cabeza, con o sin vuelta… pero siembre de lana, ya sabes termorregulador y transpirable. Los diseñadores no se han olvidado de ellos esta temporada y han aparecido en los desfiles de Alexander Wang, Gucci, Missoni, Michael Kors o Etro. Algo tendrán que llevan de moda toda la vida.

Son una especie de cubo invertido de ala corta que, confeccionados en tejido impermeable, suelen utilizarse para la lluvia. Al ser muy flexibles, tienen la ventaja de que puedes llevarlos en el bolso y sacarlos sólo en caso de lluvia, especialmente en ciudades en las que la lluvia y el viento suelen ir de la mano, haciendo del paraguas un objeto completamente inútil. Esta temporada incluso han subido a la pasarela confeccionados en lana de la mano de la firma Iceberg, en tejidos metalizados con Miu Miu resort y en fieltro con Larose Paris.

Aunque el ushanka original es un sombrero ruso con orejeras de piel de oveja, este modelo en la actualidad se fabrica en pelo ecológico en el que no interviene ningún tipo de piel animal. Esta temporada han sido reinterpretados en diferentes colecciones para esta temporada, entre ellas la de Sonia Rykiel, Louis Vuitton, Blumarine, Anya Hindmarch o Stella McCartney, una ecológica convencida.

Es una gorra clásica que si bien como tocado masculino se asocia a la cultura vasca (txapela) y al traje escocés (bluebonnet), como prenda femenina va asociada a la mujer parisina. Tradicionalmente se fabrican en lana, uno de los grandes aliados contra el frío seco porque mantiene el calor y evita que te sude la cabeza. Fueron uno de los grandes protagonistas del desfile que la casa francesa Chanel celebró en Cuba el pasado mes de mayo para presentar su colección crucero.

El sombrero fedora tiene dos características que lo diferencian de otros similares como el panamá o el borsalino: la forma y el tejido. En cuanto a la primera, tiene una corona triangular muy pronunciada y respecto al tejido, originalmente se fabrica en fieltro de lana mientras el borsalino es de fieltro de conejo. Ambos, fedora y borsalino, han sufrido variaciones aumentando o disminuyendo tanto su copa como su ala, pero ambos tienen un hueco en las colecciones de temporada por obra y gracia de Maison Michel, Lanvin, Rag & Bone, Trusardi o Gucci.

Hay quien la llama gorra de chófer, pero su origen está asociado a la marina mercante. Con muchas variantes, desde hace varias temporadas se ha convertido en una especie de sustituta de la gorra besisbolera, aunque al llevar más tejido tiene más capacidad para abrigar la cabeza. Es fácil encontrarlas en tejido de fieltro, esta temporada las propone Isabel Marant, o combinada con cuero como las fabricadas por Eugenia Kim.

Tanto el bombín como el trilby son sombreros masculinos de origen británico -aunque las mujeres lo hayan adoptado como propio y además sienten fenomenal con melena-, eso facilita mucho las cosas pues no existe protocolo que valga cuando lo lleva una chica. Estos sombreros, de ala muy corta y redondeada, han formado parte de los desfiles de Diane Von Furstenberg con prendas muy femeninas y de Giorgio Armani combinados con traje pantalón.

Su estilo deportivo la ha convertido en la reina del athleisure, esa tendencia que consiste en llevar ropa de deporte para salir. Pero a la gorra beisbolera parece que le han dado la vuelta, se ha convertido en un accesorio chic gracias a marcas como Piers Atkinson, que firma el de Chiara Ferragni con pompón y redecilla, o Charlotte Simone que combina fieltro y pompones de pelo.