La investigación señala que no hay nada en la vida de Maenga que explique por qué querría quitarse la vida. Parece haber sido una estrategia para atraer la atención de su madre, informa Manchester Evening News.
El inspector Joseph Clarke explica que “no hay evidencia de acoso escolar y era una alumna modelo. Vivía en una casa impecable y tenía una típica habitación de adolescente”.
Maenga y su madre, Theresa, enfermera, discutieron y dos días después Theresa descubrió que le faltaban analgésicos. Cuando preguntó a su hija sobre eso, Maenga lloró y le dijo que los había cogido porque estaba “harta”.
Theresa telefoneó a la escuela de Maenga pero le dijeron que no había mostrado signos de haber tomado las pastillas. Theresa trató de que su hija se diera cuenta de lo grave que eran sus acciones.
A la mañana siguiente cuando Theresa volvió de su trabajo, donde tiene el turno de noche, Maenga le dijo que no se sentía bien y no fue a la escuela. Cuando Theresa se levantó más tarde, descubrió que su hija se había colgado.
El forense Alan Walsh quiso felicitar a la madre de Maenga y dijo que “debería estar orgullosa de la forma en como la crió. Estoy seguro de que Maenga realizó el acto que la mató, pero no estoy seguro de que intentara quitarse la vida. Su madre trabaja de noche y si quería quitarse la vida en privado, podría haberlo hecho."