Marc ha vivido desde agosto pasado un verdadero calvario. Desde el pasado mes de agosto ha sufrido 15 denuncias, seis detenciones y dos noches en calabozos por supuestos delitos de amenazas, según informa Las Provincias. Todo su entorno sufrió con él y llegó a perder dos empleos como entrenador de pádel.
En ese fatídico més, Marc, vecino de Godella (Valencia) decidió cortar con Julia cansado de la negativa influencia que su amiga Beatriz ejercía sobre ella. Según Mark, "estaba muy absorbida y engañada" y aunque intentó apartarla su fracaso le llevó a la ruptura sentimental.
Según las investigaciones policiales, Beatriz ya tenía antecedentes policiales por abuso y estafa pero en esta ocasión fue más lejos. Los agentes acusan a Beatriz y a Julia de haber presuntamente suplantado la identidad civil de Mark y de haber presentado denuncias falsas. La jueza les ha impuesto a las dos una orden de alejamiento a más de 200 metros de Marc.
La desesperación de este joven ha puesto de manifiesto no solo la existencia de denuncias falsas sino que cuando estas se cruzan los jueces suelen creer más a ellas que a ellos. Marc cuenta que se recluyó en su casa para evitar más acoso y denuncias y que cuando se decidía a presentar las suyas, los jueces "les creían más a ellas".
También sufrió acoso en las redes sociales o ataques contra su vehículo o su vivienda. Su desesperación llegó a tal punto que logró que le pusieran una pulsera para demostrar que nunca se acercaba al domicilio de su exnovia.