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La secuencia que recogía el dramático momento no deja de generar indignación: las groserías que soltaba una mujer en un autobús en Las Vegas eran tantas que un anciano le pidió que fuese más amable antes de disponerse a salir del autobús. Fue entonces, justo antes de salir del vehículo, cuando la joven, con antecedentes por violencia doméstica le da un fortísimo empujón. A plomo, el hombre cayó aferrado a su andador, dándose de bruces con el suelo. Días después falleció, fruto de las heridas por el duro golpe.
Ahora, ella, identificada como Cadesha Bishop, de 25 años, podría ser acusada de homicidio.
No obstante, el trágico suceso en Las Vegas tiene precedentes en lo que a violencia se refiere en el marco del uso de los medios de transporte. Las prisas, la impaciencia, la intransigencia y la actitud violenta están detrás de sucesos aterradores de los que también hemos sido testigos tras haber sido captados por las cámaras de seguridad.
En Cleveland fue el propio conductor el que propinó un tremendo puñetazo a la mujer con la que discutía. El suceso también fue captado por las cámaras dejando imágenes escalofriantes.
No menos impactantes fueron las recogidas en Londres cuando un hombre caía desde el autobús tras recibir, previa discusión, una patada capaz de propulsarle para romper el marco de la ventana y mandarle al asfalto en un golpe que le dejó paralítico.
También en el metro de San Petersburgo las cámaras recogían un rifirrafe que terminaba en un empujón a una trabajadora que acabó en las vías.
En Tailandia, por su parte, la disputa de los viajeros porque uno no cedió su asiento acabó en ataque mortal con cuchillo.
Como en aquel caso, otro episodio trágico y mortal lo vimos el pasado año en China, donde una pasajera y el conductor comenzaron a agredirse poniendo a todos en peligros. El vehículo invadió el carril contrario y cayó por un puente directo al agua. Fueron 15 los fallecidos, con el autobús quedando a 71 metros de profundidad.