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Mientras que algunos ladrones son tan inexpertos que se acaban quedando encerrados como le ocurrió a uno en Córdoba, otros bien podrían aparecer en el Libro Guinness de los Récords. Por la velocidad a la hora de cometer un atraco.
La Policía Nacional ha logrado desarticular un grupo que robó en una joyería de un centro comercial de Castellón en menos de 40 segundos. Apenas tardaron en acceder al interior, romper las vitrinas de cristal y llevarse objetos de valor.
Las cámaras de seguridad del lugar captaron cómo efectuaron el golpe, el día 15 de noviembre del 2023. Entraron cinco personas encapuchadas, con mazas y pistolas de fuego. Primero realizaron disparos intimidatorios en el hall del complejo.
Rápidamente, sorprendieron a los trabajadores del local enseñando las armas e incluso volviendo a usarlas para asustar a los empleados. Una vez rotas las cristaleras, introdujeron las joyas en sus mochilas.
Luego, huyeron corriendo para ser recogidos por un sexto individuo que les esperaba en un vehículo robado. No sin antes volver a disparar hacia atrás, sin ni siquiera mirar hacia dónde se dirigían las balas. Generaron el pánico entre los presentes.
Según han informado los agentes en un comunicado este domingo, han detenido a siete integrantes de la organización, que tenían funciones diferenciadas. Cuatro han sido arrestados en Madrid y tres en Valencia.
Antes de estos hechos, habían acudido al establecimiento para recabar datos como el número de personas que había. O las medidas de seguridad y las rondas que hacían los vigilantes del centro comercial.
Actuaban así con planificación previa. Durante el atraco, unos se encargaban de romper las vidrieras, otros de guardar los objetos de valor y uno de amenazar a las dependientas. Utilizaban guantes, gorros, bragas de cuello y pasamontañas.
En cuanto al automóvil utilizado para huir, lo habían trasladado desde la capital española hasta la valenciana unos días antes. Además, los investigadores localizaron un segundo que hacía las funciones de lanzadera.
Estaba vinculado al considerado líder, que se ocupaba de reclutar a los miembros de la organización. Y era el nexo que unía a los detenidos que se encontraban en Madrid y en Valencia.
No sólo habían asaltado ese negocio. También los investigadores pudieron comprobar que el grupo era el mismo que había atracado un estanco en la localidad de Benissanó (Valencia). Golpearon a la dependienta.
Y después sustrajeron varias cajas registradoras con dinero en efectivo. Se refugiaron en el domicilio del cabecilla para repartirse allí el botín, antes de poner rumbo de regreso a la capital de España.
Por otro lado, se constató que robaron en una vivienda habitada ubicada en el municipio valenciano de Vilamarxant. No les importaba que hubiese moradores en el interior. Los agentes llevaron a cabo tres registros en casas de los atracadores.
Hallaron un revólver y una pistola, así como las prendas para taparse. A una de las víctimas hasta le quitaron su móvil. La Policía Nacional resalta que los arrestados tienen un amplio historial delictivo, con antecedentes por otros robos con fuerza.
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