Gran Triunfo

EL METRÓNOMO 20/05/2008 09:15

Tras la tempestad viene el trabajo

La calma chicha que se vive en la academia no viene de otra cosa que de la concentración en el trabajo, fruto del cual les veremos una semana más crecer como artistas. Esto el algo que se ve menos de lo que debiera, quizá porque todos le estamos prestando demasiada atención a las discusiones y no tanta a lo que en definitiva han venido a hacer aquí los concursantes, que es cantar. El ritmo de trabajo impuesto hace que les quede poco tiempo para piques entre ellos y otras zarandajas. Ciertamente habremos de coincidir en que por fortuna no les dejan apenas tiempo para nada.

Ayer tuvieron el programa apretado de cada lunes. Por la mañana ensayo con bailarines y Miriam Benedited; por la tarde el ensayo en plató y ya en la noche pocas energías les quedan para algo más que descansar un poco con el fin de estar hoy preparados para la sexta gala. En el ensayo con bailarines, Sandra y el dúo formado por Anabel y Noelia tuvieron trabajo extra, dado que los números que protagonizarán son los que llevan más coreografía. Estas dos últimas disfrutaron especialmente al poder bailar muy cerca de los bailarines, como ellas querían, a pesar de que Miriam les había avisado de que el cuerpo de baile estaría lejos de ellas, lo cual parece que no será exactamente así.

Ensayando para Sergio Dalma

Al final de la mañana intervenían todos en el ensayo del 'medley' de canciones que interpretarán al lado de Sergio Dalma, que estuvo esta semana en la academia y ya adelantó lo que tenían preparado para hoy. Pablo saldrá en el centro del escenario y Miriam tenía que formar los grupos que viniendo de ambos lados del escenario se encontrarán en el centro, para terminar haciendo corro en torno a la 'peseta', donde estará el cantante invitado. 1

La fortuna, o quizá alguna intencionalidad de la coreógrafa, quiso que en el grupo de la derecha (del espectador) estuvieran Reke, Manu, Tania S., Virginia e Iván. Los dos enemigos declarados juntos, y además Iván en 'territorio comanche', ya que aparte de la ambigüedad calculada en la que se maneja Reke, los otros hacen habitualmente piña con Virginia.

Lo que no se termina de entender muy bien es que Chipper ensaye con la hoja de las letras en la mano. Parece injusto que se obligue a unos a aprenderse unas canciones en inglés y otros lleguen al día antes de la gala sin haberse aprendido unas letras en castellano. Es para preguntarse que hace Chipper durante el día. Si su tema lo tiene clavado desde el viernes parece lógico que invirtiese su tiempo a partir de ese momento en aprenderse la letra de un tema que ha de cantar hoy. El domingo Manu Guix decía que le había puesto los pelos de punta, discrepando con Llàcer en la observación que este hacía sobre la falta de emoción en la actuación del americano.

Pablo es el alumno de la semana

Como contábamos ayer, al finalizar el pase de micros del domingo los profesores procedieron a nombrar al alumno de la semana, según dijo Llàcer "para nosotros", y ya lo creo que fue así. Por segunda semana consecutiva en ese momento cambió el plano, dejándonos sin saber quien era el elegido. No se entiende que hagan algo supuestamente privado, dado que en teoría deberíamos de ser testigos de todo lo que suceda, y finalmente termina siendo así, de forma más o menos directa. Los alumnos hacen siempre referencia posteriormente a este detalle al que los responsables del programa no deberían de otorgar mayor importancia, como hacen tomándose la molestia de ocultarlo en el directo. 2

El elegido de esta semana es Pablo, cuyo papel en la academia es a menudo equiparable al de un profesor, solo que éste participa del concurso. Hace semanas que le dijo el dilecto director Llàcer que debía hacer lo mismo que Chipper, y es no concursar, limitarse a disfrutar de su trabajo y aprovechar en lo profesional esta experiencia inigualable. El reconocimiento del domingo viene a demostrar que Pablo ha sabido captar el mensaje y está haciendo lo que los profesores esperaban de él. Este concursante es probablemente el músico más completo que ha pasado por esta academia, y bien que se encarga de demostrar que la música es su pasión y hasta diría que su vida. Es algo que transmite cada vez que se sienta al piano, algo que hace con muchísima frecuencia.

Los ecos de la polémica

A pesar de lo ocupados que están con su trabajo, es inevitable que en los momentos de descanso (fundamentalmente en las comidas) comenten la tensa situación de casi todos con Virginia. Iván seguía insistiendo en la comida de ayer, aprovechando la ausencia de ella en la mesa. Si algo duele a Iván es que el director le haya acusado de tener un comportamiento agresivo con Virginia. Àngel Llàcer da crédito a las palabras de ésta, que le contó cómo le había dicho Iván que tuviera cuidado a modo de presunta amenaza, palabras que no habrían podido escuchar más que los alumnos, al ser algo supuestamente sucedido en el dormitorio. 3

Considerar agresiva una expresión como esa, o simplemente el insulto que Iván repitió ante Llácer llamando "niñata de mierda" o "gilipollas" a su compañera, parece una interpretación demasiado estricta, especialmente si se entiende que le está acusando de tender a un comportamiento violento. Si lo que quiere decir con el calificativo de agresivo es que le ha faltado el respeto, está claro que es así, pero no parece algo tan grave como para merecer una advertencia y hasta el 'gabinete de crisis' convocado por el director con solamente una parte. Faltaba Virginia en esa reunión en su despacho, donde los presentes quedaron como los malos, frente a una supuesta y ausente víctima.

Creo que se debería poner en cuarentena lo dicho por ambas partes, siempre y cuando no tengamos posibilidad de presenciar las situaciones que ellos cuentan. Virginia puede estar intentando explotar un victimismo que de cara a que la audiencia puede seguir granjeándole las simpatías de un público votante que la elige entre los favoritos de cada semana. Igualmente, puede que los otros estén contando la feria según les va en ella, cargando las tintas contra su compañera. No obstante, destacaría algo en lo que coinciden todos, y es que Virginia es de una forma durante las horas lectivas y otra bien distinta en el dormitorio. 4

Cuentan que por la noche, aparte de las reclamaciones por querer dormir cuando otros se divierten (queja hemos escuchado también a Sandra o a Anabel, entre otros), esta concursante empieza a 'coleguear', queriendo participar de las conversaciones privadas de los que son sus supuestos enemigos. Esta doble cara podría indicar que Virginia está modificando su comportamiento delante de las cámaras. Sería interesante escuchar que diría María Palacín (la psicóloga) de todo esto.