La ansiada mejora y unas cuantas disculpas

METRÓNOMO 07/05/2008 08:36

Esther acabó con el mito

Anoche Esther logró fusilar un mito que habría terminado con ella en caso de no haber conseguido tal gesta. Por fin dejamos de verla como la 'frikie' de OT y, lo que es más importante, no recibió abucheos sino una cerrada ovación y el aplauso de sus compañeros cuando se supo que era su nombre el que contenía el sobre portador de la noticia que es siempre la más amarga para uno de los nominados a la vez que supone la salvación del otro. La emoción de Iván en ese momento o el propio hecho de que sus compañeros la salvaran de la nominación da cuenta de que es querida dentro del grupo.

Este fue el momento más emocionante de la noche. Ver a Esther de nuevo con lágrimas en los ojos, pero esta vez de alegría, no hace sino que deseemos mantenga el nivel de anoche, bastante notable por otro lado. A pesar de eso la volvieron a nominar, pero todos sabemos que hubo quien lo hizo bastante peor que ella. Las lágrimas de esta concursante mostraban su emoción no tanto por continuar dentro de esta academia como por el hecho de haber dado la vuelta a la tortilla, pasando del abucheo a la ovación. Esther muestra cada día más la mezcla de madurez e inconsciencia que puede llevarla a debatirse entre lo mejor y lo peor.

Si lo que más valoran los profesores es la progresión del concursante semana a semana deberían haber salvado a Esther en lugar de Anabel. La primera ha mejorado de medio a medio mientras que esta última está decreciendo en calidad y garra. Se lo dijo Evaristo, con bastante tino en este caso (y sin que sirva de precedente): "No eres la Anabel que encontramos en la fila de un casting". Se la ve taciturna, un poco superada por los acontecimientos, sin auténtico entusiasmo y muy poca convicción.

El extraño voto del señor Pablo

No toca hacer un repaso a todas las actuaciones de la gala ya que eso es labor de otra parte de esta página, pero sí me gustaría observar detenidamente algunos detalles, y pararme a comentarlos. Por ejemplo, lo extraño que resulta el voto de Pablo para salvar a uno de sus compañeros de la nominación, en este caso una de sus cuatro compañeras. Y es que, según ha ido observando el Metrónomo, Pablo siempre vota al peor de los cuatro, aquel que al menos sobre el papel tiene más posibilidades de ser expulsado o ha hecho más méritos para ello (ayer votó a Tania S., por ejemplo). Está claro que es algo subjetivo, pero no ha dejado de sorprenderme nunca su voto, semana tras semana y desde la primera.

Pablo es un tío muy listo, además de buen cantante y excelente músico. Por eso no fue un aprieto para él que Vázquez le recordara sus palabras sobre que nunca haría algo en lo que no creyera, que no le hiciera sentirse a gusto, se "lo diga Miriam, Àngel Llàcer o Michael Jackson que venga a hacerme bailar", según dijo en tono cada vez más vehemente durante una sobremesa. En su respuesta alegó que en esta academia hay una afición tremenda a discutir por cualquier cosa y se les va calentando la boca hasta decir cosas que no piensan realmente.

Con su mirada, Pablo está permanentemente escrutándolo todo, como un alumno que aprende a cada momento, fijándose en cada detalle, reparando en la labor del último de los miembros del equipo que hace un programa televisivo como este. Probablemente sea el alumno que más esté aprendiendo, no tanto en el aspecto musical (que no lo requiere) como en todo lo que rodea al espectáculo. Hasta su plan (probablemente planeado cuidadosamente) de componer una canción que se pueda convertir en símbolo de esta edición, parece parte del ensayo de un hombre que se ha de dedicar al entretenimiento. Ahora solo hace falta que no se ponga la mano en la boca del estómago (a lo Julio Iglesias) y que deje de hacer el gorila mientras canta, o sea que cante bien erguido de una vez.

Paso de ti, y paso de ti segunda parte

Resultó llamativo y no paso inadvertido para casi nadie, que cuando le dicen a Sandra la mágica frase de "cruzas la pasarela" y llega a encontrarse ante la fila de compañeros que lo hicieron previamente, encabezada por Virginia, la cordobesa le hizo una finta espectacular a su compañera. Es lo que se podría calificar como un"paso de ti, nena". Un poco más tarde Iván repetía la maniobra, como si de una moviola se tratase. El "paso de ti, nena, segunda parte" volvió a dejar a Virginia sin abrazo ni celebración, lo cual imagino que no le preocupara en demasía, por no decir que nada de nada.

Iván y Sandra se salvaron de las nominaciones por merecimiento propio, pero no será fácil que nada les salve ya de ser los personajes más odiados de esta edición. Con hacerle el vacío a Virginia lo que están consiguiendo es el efecto contrario al que probablemente desearían, y es convertirla en el factor débil e injustamente tratado en la academia, lo cual logra concitar una compasión en el público que en este tipo de programas se traduce en votos. Esto es probablemente lo que hizo ayer a esta concursante favorita de la audiencia y, por tanto, la salvó de una nominación que hubiera sido más que justa. Con la de Tania S. fue probablemente la peor actuación de la noche, ahogada y con la voz temblorosa, como ya es costumbre en ella. Por el contrario, los dos polémicos concursantes (Iván y Sandra) hicieron dos actuaciones de gran altura.

La gala de anoche fue la de las disculpas. Junto a la mejora del nivel, que se esperaba para la tercera gala y se ha hecho esperar una más, y la discutible labor de unas maquilladoras que pusieron a Noelia y a Mimi un exceso de colorete de tal forma que parecía que habían salido de una organización de mujeres maltratadas; serían los elementos más destacables de una noche en la que por fín fue favorito el gran Chipper. Decir que el jurado fue algo menos protagonista, por fortuna, y que parece que le han descargado un poco a Jesús Vázquez de publicidad, que al pobre solo le faltaba salir con un cartel de un banco delante y otro de un fabricante de 'gadgets' detrás.

Como ya he contado, Pablo se disculpó a su modo por la chulería que le es bastante innata. Sandra y Tania G. hicieron lo propio, de forma mucho más explícita, por haber denostado la canción que debían defender. Pero quien tenía casi el papel escrito de su disculpa fue Tania S., que había ensayado con el 'dilecto director' Llàcer lo que debía decirle al jurado. Ajena a polémicas guionizadas entre distintos miembros del programa, esta alumna estuvo muy acertada en su disculpa. No escatimó palabras duras para ella misma, rechazando los insultos de la semana pasada y comprometiéndose a no volver a caer en tal error, al tiempo que dejó meridianamente claro que lo protagonizado por el 'listo' Evaristo es también rechazable, y se podría añadir que hasta ridículo.

'Chapeau' por Tania S. y por el que la ayudó a preparar el momento más tenso de la noche. Sobre el miembro del jurado más mencionado en las dos últimas ediciones no sé si merece decir más. Particularmente le pediría que otro día mostrase el punto del contrato que el canal o la productora que emite o realiza este programa tiene firmado con su presentador. Si dice en algún punto que el presentador no puede opinar yo me iré callando. Pero no caerá esa breva, mucho me temo.