Risto Mejide , un creativo publicitario relativamente conocido en su mundo, ha pasado a ser uno de los personajes televisivos más sonados del momento. Este señor no se ha liado con ninguna famosa, ni ha protagonizado ningún tipo de escándalo que revolucione a la prensa del corazón. Han bastado unos minutos en el programa de 'Operación Triunfo' para convertirle en la gallina de los huevos de oro.
Cuando aparece en pantalla, la audiencia de Telecinco pasa de un 25% a picos que superan el 44%. ¿El truco? El contenido de su discurso, aunque más importante que lo que dice, interesa el cómo lo dice. Crítico, prepotente y sin ningún tipo de rubor, es capaz de truncar los sueños de cualquiera que se ponga a su alcance.
La gala comienza, y ahí está él, sentado en el sillón de los jurados con la mirada escéptica y perdida, parece cansado e incluso aburrido. Tras sus enormes gafas ahumadas se esconde una persona que asusta con cada una de sus frases. Comienza el espectáculo. "A ver, Leo. Por primera vez, y sin que sirva de precedente, este jurado está fascinado contigo. (Aplausos)", dice serio y convencido. "Y estamos fascinados porque, por primera vez, hemos visto a alguien capaz de aburrir hasta la saciedad al público". Ya se sabe: de la ilusión a la decepción hay sólo un paso. El concursante, descolocado y perdido, se sienta. Es turno del siguiente 'triunfito'.
Nadie se despega de los televisores , todos esperan la siguiente perla de este creativo. Ahí va, le toca a Vanesa. "Tu futuro puede ser firmar un contrato por tres discos del que sólo grabes uno, hacer una gira con otros dos 'triunfitos', porque solo no llenarías ni un geriátrico, o acabar muriendo de viejo a los treinta versionando a la Década Prodigiosa". Es duro oír críticas de este tipo
Pero Risto puede con todo. No son sólo los concursantes los que deben escuchar sus críticas. Los profesores, el resto del jurado e incluso la organización del programa sufren en primera persona sus mordaces frases. "Con respecto a la gala, la selección de canciones, y éste es un mensaje a la organización del programa, ha sido un auténtico coñazo", comenta el creativo publicitario. Sin embargo, la audiencia sigue subiendo, y, eso, es lo importante.
Risto Mejide sabe vender; él es el que mejor lo hace. "En esta edición de 'OT' se está hablando más del jurado que de los concursantes, y eso es culpa vuestra". Las campañas publicitarias son lo suyo, y en la televisión quien no vende, muere.