Para que las palabras de la dermatóloga no cayeran en saco roto, Sálvame ha he recuperado fotos antiguas de la colaboradora para ver cómo le ha cambiado la piel desde 1996. Lydia ha reconocido de nuevo su tanorexia y ha dicho que no quiere dejar de tomar el sol, a pesar de que ser "adicta" a los rayos uva no le ha "sentado bien".