Karmele ofendida porque Rosa Benito llamando a Kiko Hernández, tras su monumental enfado con Belén Esteban, constantes salidas de plató de unos y otros colaboradores del programa... Son muchos los conflictos en los que el plató de 'Sálvame' se convierte en campo de batalla y el programa se ha propuesto recordarlos todos. ¿El objetivo? Hacer terapia de choque para que la armonía vuelva al plató. Sin embargo, los colaboradores no están muy convencidos de los resultados de la terapia. le acusan de devolver sucia la ropa prestada (o que no la devuelve), "mala persona" el abandono de plató de Jorge Javier Vázquez
La histórica guerra de Marchante y Ximénez
Las hemos visto en el plató lanzándose todo tipo de acusaciones y a punto de llegar a los tribunales. Pero el enfrentamiento entre Mila Ximénez y Karmele Marchante viene de años atrás. Eran amigas hasta que Mila sacó libro y Karmele insinuó en su blog que no lo había escrito de su puño y letra. Desde entonces, todo han sido discusiones sucedidas por breves espacios de paz, durante los que ellas intentaban acercar posiciones pero la tensión no tardaba en estallar.
Tras recordar su historia, Mila y Karmele se enfrentaban a la catarsis en Sálvame, pero lo hacían de formas distintas. Mila explica que ha tenido enfrentamientos con la mayoría de sus compañeros y con todos ha logrado solucionarlo, pero la excepción es Karmele: "Me entero de que Karmele me ha puesto a parir cuando la he defendido en todos los platós (...) No la quiero absolutamente nada. Tengo un mal rollo que estoy deseando largarme a mi casa... Es verla y me come la energía".
Karmele respondía que es imposible que su compañera de plató no le tenga ningún aprecio: "¿Por qué tengo mensajes en el móvil diciendo 'Te quiero'...?" decía enumerando distintos mensajes telefónicos. La colaboradora continuaba explicando que escucha ciertos comentarios de Mila que le ofenden: "La última es que ella estaba hablando con una compañera, paso yo y tengo que oír un bufido y una expresión mal sonante puffff hija de..." y, ante estas palabras, Mila respondía irónica que sufre de gases.
¿Un perdón de verdad?
Los enfrentamientos de Marchante no han sido sólo con Mila. También con Lydia o Kiko ha tenido más menos que más. Tras una de las grandes disputas, Karmele pedía perdón a todos sus compañeros pero las dudas continúan para ellos, como para Kiko quien preguntaba: "¿Pediste perdón de verdad?" y Karmele aseguraba haberlo hecho de corazón.
La batalla de Lydia y Karmele
La llama volvía a encenderse. Karmele decía no ser la única que había escrito sobre sus compañeros y, para probarlo, mostraba una serie de folios que, ella decía, eran el blog de Lydia Lozano. Según Karmele, también hay comentarios contra ella en estas páginas pero la aludida se encargó de negarlo explicando que las opiniones de los blogueros son libres pero que ella no escribía contra comopañeros. Aclarado este punto, espetaba a Karmele: "Estás engañando al espectador. Eres una cobarde que no aguanta las críticas (...)A todos nosotros nos has puesto a parir y has hablado de mi marido y no te lo perdonaré en la vida".
Una catarsis negativa
Parece que la armonía no puede volver. Jorge Javier Vázquez se ofrecía a organizar una cena para limar asperezas, pero ninguno accedió a ello. Tras la catarsis, con la que no obtenían resultados, todos se mostraban descontentos, como Karmele que explicaba: "Si no sirve para nada no es una catarsis, es una guerra civil", ella decía asumir sus errores pero sus compañeros no creen que lo esté haciendo de verdad y Karmele continuaba diciendo: "Esto es morbo sobre morbo para hacer audiencia a costa nuestra", pero Jorge Javier le recordaba que tras la última batalla todos accedieron a enfrentarse a una catarsis con el objetivo de hacer borrón y cuenta nueva.
Fue así, sin embargo, el objetivo no se ha cumplido. Todos ellos valoran negativamente lo sucedido pero Jorge Javier Vázquez quiso dejarles claro a todos que son imprescindibles, con o sin enfrentamientos: "Con catarsis, o sin catarsis creo que sois los mejores", y Kiko le daba un beso en la mejilla para agradecérselo.