Samira cuenta que conoce a Diego Matamoros desde hace tiempo, se han visto en alguna ocasión y afirma que entre ellos siempre han saltado “chispillas”. Dice ser ajena a la vida sentimental de Diego, no sabe si está casado, con pareja o desde cuándo tiene una relación, por ello, cuando le vio el sábado 19 en una discoteca y se percató de su anillo, le preguntó: “Me dijo que no sabe, que ya se verá”.
Diego invitó, tanto a Samira como a su amiga, a acompañarle a otra zona de la discoteca y allí fue donde empezaron a “bailar” o, más bien, a “ronear”. “Pasaron cosas pero no nos besamos”, ha dicho Samira y ha continuado diciendo algo que provocaba la risa de todos: “No estoy aquí para romperle el matrimonio a nadie”.
Lo que pasó entre ellos lo describe con múltiples palabras: “nos agarramos”, “pasó una cosilla”, “hubo roce”, “caricias”… Pero lo ha resumido en que lo que pasó fue “un roneo nivel Dios”. Kiko Matamoros lo negaba, aseguraba que el propio Diego pidió que echaran a Samira y a su amiga del reservado y Samira insistía contando lo que de verdad pasó: “No me he besado con él, me he comido la oreja y estuve rozándome”.
Matamoros lo niega todo y es que, en su opinión, un testigo ha fabricado un testimonio para así provocar la aparición de Samira en televisión. "Esto es un montaje como la copa de un pino", le ha acusado Matamoros y ella lo ha negado.