Ocurrió durante un fin de semana. Mark cuenta cómo María, que le acababan de operar, envió a su marido a “la casa de la Cerdaña” con las niñas. Mark, en vez de irse varios días, decidió regresar a las pocas horas porque algo intuía. “Desde la cámara de la alarma del salón hice una foto” y fue así cómo descubrió a su mujer y a Gustavo besándose en el sofá de su casa. El arquitecto decidió separarse pero hubo algo que le impidió dar este paso.