Hace dos años que Raquel Morillas pisaba un plató de televisión para compartir con los espectadores que acababa de superar su problema con la ludopatía. Desde entonces, poco hemos sabido de ella y su segundo matrimonio ha fallado, al igual que como ocurriese con el de Noemí Ungría. Se separa después de 8 años de noviazgo y 8 meses de matrimonio y, según nos cuenta, una tercera persona ha tenido que ver en esta decisión.