La surrealista entrevista a Cristian Suescun: le enseña el pene a los colaboradores y confiesa lo que han llegado a ofrecerle por sus servicios sexuales

  • Cristian Suescun tiene un gran éxito en la aplicación para adultos en la que colabora y ya estudia dar el salto al cine porno de la mano de Apolonia Lapiedra

Cristian Suescun tiene un gran futuro, pero que muy prometedor, por delante. El hijo de Maite Galdeano ha descubierto su gran talento gracias a una aplicación para adultos en la que, por medio de suscripciones, enseña a sus seguidores partes de su cuerpo y fotografías de alto voltaje.

Cristian ha confesado que tiene grandes proyectos en mente y es que, tal y como él mismo ha reconocido, llega a embolsarse más de 6.000 euros al mes por sus "servicios". Pero Cristian es un chico ambicioso y quiere llegar mucho más lejos: "Estoy en conversaciones con una chica muy conocida para hacer cine para adultos". Los colaboradores han insinuado que la chica con la que Cristian se plantea iniciarse en el porno no es otra que Apolonia Lapiedra, toda una estrella en el gremio.

Las proposiciones "indecentes" que recibe Cristian

El hijo de Maite Galdeano ha reconocido que recibe ofertas más que suculentas de sus seguidores: "Me han ofrecido hasta 10.000 euros por chupármela". Finalmente, Cristian no llegó a un acuerdo con este seguidor, pero la futura promesa del cine para adultos asegura que no se cierra a ninguna proposición: "Yo por 10.000 euros dejo que me la chupen, cierro los ojos y listo".

Víctor Sandoval, que ha tenido "el placer" en sus propias palabras de ver los genitales de Cristian en los pasillos de Telecinco, ha asegurado que Cristian ha llegado a tener esas prácticas sexuales pero sin recibir dinero a cambio, insinuando que Cristian ha mantenido relaciones homosexuales.

Cristian asegura que tanto Maite Galdeano como Sofía Suescun le apoyan en su nueva aventura profesional y que están encantadas con su nuevo gran talento. Cristian ha confesado que, aunque le encante dedicarse a esto, su verdadera profesión frustrada es la de ser piloto, algo para lo que está dispuesto a estudiar lo que sea necesario.