Tongo, fraude, estafa… era lo que coreaban los que asistieron al último concierto en España de Enrique Iglesias. Las personas que pagaron su entrada se quejan y muestran su indignación en redes sociales por el “espectáculo bochornoso” y piden que se les devuelva el dinero. Para colmo, el artista se marchó sin despedirse y fue la gota que colmó el vaso: “Manos arriba, esto es un atraco”, se podía escuchar. Algunos aseguran que solo cantó diez canciones y “encima mal cantadas”.