Pese a vivir en un entorno salvaje, los supervivientes tiene unas normas. Los habitantes de ambas playas se han saltado una de ellas y han sido sancionados con la perdida de algo que echaran en falta los próximos días. A pesar de que tenían prohibido hablar con los supervivientes del otro lado de la valla, lo han hecho en repetidas ocasiones así que la organización ha decidido sancionarles quitándoles dos latas de comida.