Sebastián le advierte a la madre de Luz que se vaya del pueblo si no quiere que le cuente a todo el mundo que ha estado maltratando a su hija. Ella no le hace caso y comienza a hablar como si Sebastián la fuera a pegar y se golpea la cabeza con una botella. Luz se despierta por los gritos y cree que Sebastián ha pegado a su madre.