Polonia y Rusia se foguean de cara a la Eurocopa con muchas tareas pendientes (1-1)

Era el primer partido de preparación de la Eurocopa 2020 para ambas selecciones, acabó en empate justo (1-1) entre dos equipos que lo dieron todo al comienzo del partido pero ahorraron fuerzas en el segundo tiempo. Las selecciones guardaban jugadores, más Polonia que Rusia, puesto que Lewandowski empezó desde el banquillo y Milik era baja por lesión. Los goles los marcaron Jakub Swierczok por parte del conjunto polaco y Karavaev para la selección rusa.

Se vio desde los onces iniciales que parecía que el encuentro iba a ser de tanteo y probar sistemas. Eso era, al menos, lo que parecía en un principio viendo las alineaciones, no se podía estar más equivocado sobre todo por parte de Polonia, que comenzó el partido con una agresividad propia de una eliminatoria a todo o nada. Los jugadores polacos querían demostrar su valía a su seleccionador, Paulo Sousa, y consiguieron elaborar una gran presión en los primeros minutos.

Los jugadores polacos fueron a por todas desde el principio y empezaron el encuentro anotando en el minuto 3, gracias a un gol de Jakub Swierczok. Los futbolistas rusos que salieron los primeros minutos con mucha menos intensidad que la selección polaca, se despertaron con el gol en contra. A partir del minuto 10 la selección rusa comenzó a elaborar más juego con el balón, el arreón inicial de los polacos perdió intensidad y eso provocó una gran jugada de Golovin, que puso un centro milimétrico para que Karavaev empatara el partido en el minuto 20.

Con el empate ya ningún jugador pensaba que estaban jugando un amistoso, ambas selecciones gastaron todas sus energías, presión con alta intensidad, entradas al limite e incluso pudo haber más goles antes del descanso. Un centro del polaco Świerczok que se envenenó y dio al palo, además hubo un par de acciones del delantero ruso Dzyuba que no encontraron portería por muy poco. Al final la primera parte terminó con 1-1 en el marcador.

Al comienzo del segundo tiempo, no se bajó la intensidad, Rusia basaba su juego en los balones que lograba bajar Dzyuba y de ahí creaba juego. En cuanto a Polonia comenzó con una presión adelantada la segunda parte y en ataque daban balones a su capitán, Krychowiak, que mantiene su calidad a pesar de que no parecía estar físicamente al cien por cien. Aun así, ninguno de los dos equipos lograban ocasiones claras, la agresividad seguía alta hasta que el arbitro sacó la primera amarilla al defensa ruso Kudryashov por una entrada con todo a Krychowiak.

El partido dio un vuelco cuando los entrenadores decidieron hacer los primeros cambios, la selección polaca hizo tres del tirón y el seleccionador ruso, Cherchésov, cambió hasta al portero. A partir de este carrusel de cambios comenzó el partido amistoso, la intensidad bajó al inframundo, más paciencia, menos presión y muchos errores por parte de los dos conjuntos. Lo único destacable en este periodo era la dureza de las entradas rusas. Polonia con una alineación llena de suplentes con muchas imprecisiones no elaboró suficiente ante una selección rusa que se dedicó a defender hasta el final del partido.