La disciplina y entrega en el deporte le sirvieron a Almudena Cid no solo para triunfar como gimnasta de alta competición, sino también para alzarse hace 12 años con el trofeo del trepidante y televisivo ‘Desafío bajo cero’. La gimnasta se apuntó al concurso de Telecinco presentado por Manel Fuentes con un escudero sobre hielo de lo más preparado: el campeón ruso Alexel Kislitsyn. Juntos se deslizaron por la pista casi volando y desde el primer minuto con su pierna completamente estirada, Almudena hizo gala de por qué era conocida como la 'chica boomer'.
La mujer que un año después robó el corazón en directo a Christian Gálvez en 'Pasapalabra' era un cisne sobre el hielo. Sus piruetas acrobáticas y saltos arriesgados fueron muy elogiados desde el primer momento. Y no era para menos, porque aquella pareja no hablaba el mismo idioma, pero en la pista (y que nos perdone Christian) no había nadie que tuviese más complicidad que ellos.
Almudena tuvo ampollas los primeros días y se llegó a a plantear el por qué se había metido en aquel berenjenal, pero cuando se ponía los patines y el campeón ruso la llevaba en volandas por la pista sentía la misma libertad que en el tapiz de gimnasia. Eso era un claro signo de que la veríamos en la final.
Y como era de esperar la gimnasta llegó a la semifinal y se tuvo que medir en duelo con Beatriz Luengo. La pareja patinadora eligió el ritmo de 'Lady Marmalade' en 'Moulin Rouge' para terminar de sorprender al jurado y a los espectadores. Su interpretación sensual llena de acrobacias fue la última prueba para ver a la gimnasta convertida en ganadora. Ella dedicó muy emocionada aquel premio "a sus padres" y eso que no sabía que un año después se llevaría 'el verdadero rosco' de Telecinco.