Ya lo anunció el ex ministro de Cultura, Màxim Huerta en 'El Programa de Ana Rosa': "llegaba el momento de la mañana" y con esa presentación no podíamos esperar nada que no fuese un gran notición. Tras esa introducción y un redoble de tambores entraba en plató una flamante Belén Esteban más radiante que nunca. La de San Blas no dejaba mucho espacio para el misterio y sin demasiados preámbulos nos contaba lo que estábamos todos deseando oír: "Fran y yo nos casamos el 27 de junio por la Iglesia".
El plató entero estallaba en un griterío y alboroto descomunal para felicitar a la princesa del pueblo. Sus compañeros no podían disimular la alegría y Belén con una emoción más que visible en su rostro solo llegaba a repetir que los dos estaban locos de contentos con aquella esperada decisión que había partido en aquella ocasión de la propia Belén en su último ingreso. ¡Con el suero de por medio la pareja fijó aquel compromiso!
Súper feliz y enamorada, Belén ahondaba en más detalles del futuro enlace. Con escasos cuatro meses para preparar el que sería el evento del año, la Esteban lo tenía bien claro: no habría exclusivas, estarían rodeados de amigos y familia y la boda se celebraría en el Palacio del Negralejo. A partir de ahí todo se andaría y poco podía imaginar la de san Blas la de quebraderos de cabeza que tendría después con el diseñador del vestido o con el desenlace del aquel compromiso.
Pero pasada una década de aquel momentazo, vuelven a sonar campanas de boda para Belén Esteban y por fin verá cumplido su sueño. La boda del año que pondrá el broche de oro a la relación más importante de la Esteban será otra vez en junio y como ya sucedió hace diez años volverán a estar rodeados de sus círculos más íntimos y sin exclusivas. Ahora quedará por ver si se repiten las polémicas de los vestidos o de la lista de invitados con las que tantas veces ya se han hecho cálculos. Pero de lo que todos estamos convencidos es de que este será sin lugar a dudas después de todo el día más feliz para la Esteban.