Inés Madrigal ha conseguido sentar en el banquillo al ginecólogo que le atendió a ell ay a su madre cuando dio a luz hace 49 años. Afronta el juicio “con mucha tranquilidad” y para ella supone “un triunfo” que sin embargo apunta que debería ser “de todos” y es que hay 2.000 casos archivados porque han prescrito.
Necesitan conocer sus orígenes, ella sabe que el ginecólogo no se lo dirá porque siempre ha mostrado “una falta de empatía brutal” y añade que le pidió a su madre adoptiva que fingiera el embarazo y sus síntomas. Sabe que no le dirá quién era su madre, pero quiere que su caso sirva para ayudar a otros.