Tribunales

El tío Toni, líder de la secta sexual de Vistabella, planeaba contruir un complejo turístico con los donativos de sus seguidores

El juicio continuará el lunes en la Ciudad de la Justicia de Castellón. Europa Press
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Junto a los abusos sexuales a menores, el Tío Toni y su círculo de confianza, habían contruido un lucrativo negocio entorno a la secta sexual de Vistabella. Así se desprende de la declaración de este jueves de los Policías Nacionales que investigan los aspectos económicos de la organización.

Según recoge Mediterráneo de Castellón, el objetivo del líder de la secta era levantar un complejo turístico en la finca La Juncosa, ubicada en el término municipal de Vall d'Alba.

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Para realizar este proyecto, elaboraron un plan económico. El primer paso fue la adquisión de la finca El Pantano, con los donativos de sus seguidores a los aseguró que iba a crear una albergue para personas de familias desestructuradas o sin techo.

Beneficio económico

En 1998 el tío Toni encontró la finca La Chaparra y decidió trasladarse a allí para poner en marcha su centro de acogida. De nuevo fueron los seguidores los que sufragaron su adquisión.

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El siguiente paso fue pedir dos préstamos hipotecarios sobre La Chaparra, que permitió a la secta comprar otras dos fincas, una en la Pelejana y otra llamada la Juncosa, en Vall d'Alba. En esta última se levantaría el complejo turístico, que finalmente no se construyó

Sin embargo, el Tío Toni y los suyos se beneficiaron de los donativos de sus seguidores, aunque no contribuían a sostener la comunidad, provocando enfrentamientos entre ellos.

A los seguidores de la secta, "se les instaba que donaran al grupo el dinero de seguros y de herencias que recibían". Si se negaban, "se podía recurrir a la violencia física para que dieran el dinero a la comunidad".