La otra trama de la secta sexual de Vistabella: de los abusos y agresiones sexuales a una presunta estafa millonaria con la que se lucraba el Tío Toni
La Fiscalía aprecia también una motivación económica en el caso que rodea al Tío Toni, el fallecido líder de la secta, acusado de abusos y agresiones sexuales
Los abusos y las agresiones a menores en la secta de Vistabella: el líder decía que tenían que "tener orgasmos" para evitar "enfermedades como el cáncer"
CastellónLa Audiencia Provincial de Castellón continúa avanzando en el juicio alrededor de la llamada secta sexual de Vistabella, sobre la cual distintas víctimas, familiares y testigos han denunciado y relatado múltiples episodios de abusos y agresiones sexuales cometidas bajo el liderazgo del Tío Toni, un hombre que falleció en prisión provisional en 2022 y que se presentaba como una especie de gurú religioso capaz de sanar enfermedades con sus supuestas terapias sanadoras basadas en ritos sexuales. Sin embargo, no sería esa la única arista del caso, pues los primeros testigos también han apuntado hacia sus presuntas estafas y su enriquecimiento patrimonial a costa de sus adeptos.
Tal y como han expuesto los testigos que han declarado en las primeras sesiones del juicio, aún en marcha y con seis acusados más allá del fallecido, –cinco mujeres y un hombre–¸el Tío Toni no solo se propasó, abusó y agredió sexualmente a los miembros de la secta que lideraba, sino que también se aprovechó de ellos económicamente.
El Tío Toni y sus presuntas estafas millonarias en la secta sexual de Vistabella
Una de las declarantes, en el curso del juicio, ha llegado a manifestar, de hecho, que se pagaban cuotas mensuales de 540 euros, –con la excepción del propio líder y su mujer–, afirmando que ella dio “30 millones de pesetas en acciones”, es decir, unos 180.000 euros que representaban entonces “todo” su “patrimonio personal” bajo la creencia de que iba a servir para mejorar las instalaciones donde se instalaron. De ello hizo entrega al Tío Toni sin que éste lo utilizase para nada de lo que había prometido, como mejorar la masía de La Chaparra (La Xaparra en valenciano), en la que convivían los miembros de su comunidad pseudorreligiosa.
Por ello, en sus declaraciones, esta exmiembro de la secta, –que llegó a declarar también que conoció al Tío Toni a través del “peluquero Juan Miguel”, exmarido de Karina, según recoge El Periódico Mediterráneo–, considera que fue también víctima de “un engaño” y “una manipulación” en este apartado.
“No llegó a hacerse nada de lo que había prometido”, ha aseverado, en declaraciones recogidas por el citado medio, mientras otra de las víctimas ha señalado que, pese a las mensualidades que pagaban los miembros, a veces “no tenían ni para comer”.
Por todo ello, la Fiscalía ve en la trama económica otra de las grandes motivaciones de su líder, más allá de sus abusos y agresiones sexuales sobre múltiples miembros. Considera el Ministerio Público que el Tío Toni, además, se fue enriqueciendo “gracias a sus seguidores”, y a diferencia de ellos.
Los abusos y agresiones sexuales denunciados en la secta de Vistabella
En lo referido a la trama sexual, distintos testigos que se han declarado víctimas han contado que el Tío Toni, quien ya en los 90 se presentaba como un gurú religioso que, con el tiempo y con la promoción de sus supuestas terapias sanadoras, fue acumulando adeptos y adeptas, perpetraba prácticas sexuales sobre los miembros que, incluso, afectaron también a menores de edad.
En lo que va de juicio, de hecho, varios han coincidido en un modus operandi: sometía a sus miembros a terapias supuestamente sanadoras basadas en ritos sexuales, usando eso y la confianza que se había ganado para perpetrar los abusos.
Concretamente, en la primera sesión del juicio, una de las testigos y supuesta víctima ha explicado que sufrió agresiones sexuales del líder de la secta desde los 12 a los 17 años y que éste las justificaba indicándole que le ayudaría a sanar enfermedades. Así, explicó que las agresiones se producían en la habitación del líder de la comunidad tras indicarle el Tío Toni que fuese a darle las "buenas noches", o después de que la nuera de éste le dijera que podía entrar en el cuarto. De hecho, esta declarante, de ahora 27 años, incluso explicó que en una ocasión esta mujer la llegó a coger de la mano en la habitación para que estuviese tranquila antes de ser agredida sexualmente.
Más allá, en su relato declaró que hasta que contó los hechos a su madre, cuando tenía 17 años, pasó tiempo porque su presunto agresor le hizo prometer que no diría nada "porque la gente no lo iba a entender". Tras conocer su progenitora las supuestas agresiones y hablar con el líder de la comunidad, los abusos cesaron.
En su declaración, además, llegó a contar que el Tío Toni le preguntó cuando ella tenía 13 años si quería tener hijos con él porque así traerían al mundo "seres de luz y ayudaría a que el mundo fuese mejor". Éste, además, y según ha expresado, le decía que ella tenía que tener orgasmos "para mover la energía del cuerpo", y que le tocaba los pechos para ayudarle "porque decía que la negatividad del cuerpo podía generar enfermedades como el cáncer".
"Pensaba que a la única que le hacía esas cosas era a mí, pero vi que más niñas entraban en su habitación y deduje que también eran abusadas, aunque nunca lo hablamos entre nosotras", declaró, añadiendo que todo el mundo obedecía al líder "porque creían en él ciegamente y le tenían miedo".
De la misma forma, otros testigos que han prestado declaración han apuntado en la misma dirección, con un hombre también llegando a declarar que dudaba de si sus hijos eran o no de su sangre, aseverando que se parecen mucho al líder de la comunidad, de quien dijo que tenía "la mano muy larga" y también infligía algún castigo físico, y sobre el que deduce que tenía relaciones con su mujer.