La primera edición de Gran Hermano marcó un antes y un después en el mundo de la televisión. Formó una auténtica revolución en la sociedad española, y las frases más emblemáticas de los primeros concursantes de GH incluso se convirtieron en la letra de una canción que inundó las discotecas de verano.
A pesar del tiempo transcurrido, todos recordamos con una claridad pasmosa el momentazo televisivo que se produjo cuando Mª José Galera abandonaba la casa como primera expulsada del concurso y su entonces novio, Jorge Berrocal, vivía con angustia y desolación absoluta la separación forzada de quien aseguraba que era el amor de su vida, mientras entonaba la mítica frase: “¿Quién me pone la pierna encima para que no levante cabeza?”. Momento inolvidable donde los haya de la primera historia de amor del reality.
Palabras repetidas hasta la saciedad que hoy, 18 años después, el protagonista ha decidido modificar para una buena causa, convirtiéndose en la imagen de la campaña de fomento de adopciones de animales abandonados de Málaga que cuenta como eslogan “¿Quién me pone la pata encima para que lo adopte?”.
Una buena y muy necesaria iniciativa en la que este ex-concursante de Gran Hermano se ha implicado al máximo como amante de los animales, mientras posa con Lulú, un perro abandonado de 8 años que busca un hogar.
Una faceta desconocida del polémico Jorge Berrocal, alejado de los platós de televisión desde hace varios años y que en la actualidad se encuentra felizmente casado con Marina Soares, con quien contrajo matrimonio en Septiembre del 2016.
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